A JLC
Es
precisa una entonación sensata, contrita, engolada, básicamente hipócrita,
cuando se anuncia la firme intención a
posteriori de no permitir que ciertos comportamientos no azarosos entorpezcan la buena marcha de los negocios de
quienes detentan el nombre de las instituciones salpicadas. Las compungidas
lágrimas de cocodrilo que suelen surcar sus grotescas muecas pretenden, por
descontado, que se acepte, de buena fe, su
desconocimiento de los sucesos sistemáticos que hasta las paredes de piedras
denunciaban en voz alta. Deben extraerse jugosas lecciones de este lugar común.
Como nadie es intolerante, la tolerancia -cuyo uso en el mundo laico resulta
tan embriagador como en el eclesiástico el de la misericordia- admite grados cuya
pureza radica entre el cero y el infinito. La «tolerancia cero», oxímoron cursi
y despiadado, es el reverso de la tolerancia infinita. Es la máscara
polichinesca del relajo consentidor. Sirve de autodisculpa literalmente irresponsable
que cargue sobre las espaldas de inocentes el peso de un perdón pedido de forma
apresurada y cínica. Normalmente da pie a otro lugar común especialmente temible:
“Activaremos nuevos protocolos de
prevención”. Que consiste en ficharnos como chivos ideológicos de depredadores sexuales o de delincuentes económicos. ¿O acaso tenemos
algo que ocultar?
Qué maravilla, muchas gracias por la dedicatoria. Muy bien vista la idea de "la buena marcha de los negocios", a eso ha quedado reducida la cuestión.
ResponderEliminar¡Faltaba más que no incluyese la dedicatoria! El copyright (otra insufrible expresión actual) de la propuesta era tuyo... Muchas gracias.
EliminarPodría ser que la "Tolerancia cero" sea la eufemia de la blasfemia que nuestro tiempo no soporta: la "Intolerancia".
ResponderEliminarSaludos,
Ander
Psicoanalista, veo más que el eufemismo de una blasfemia el de un tabú desregulado, propio de una hipocresía "burguesa" o "filistea". Un ejemplo. Si a un "pederasta" se le calificase de "degenerado", "depravado" o "pervertido" inmediatamente sería defendido y hasta absuelto, con o sin presunción. Como toda inclinación es lícita, cualquier práctica puede ser perseguida. De este modo, "tolerancia cero" con Sócrates; exquisito respeto a la libertad individual de Pausanias...
EliminarEsto me recuerda cómo, en una ocasión, una amiga torció el gesto cuando afirmé, enfáticamente, que las personas dedicadas al secuestro de niños para comerciar con sus órganos eran personas malas, sin matices.
EliminarMal y Bien le parecieron criterios demasiado fuertes...
No entiendo muy bien tu crítica de la expresión "tolerancia cero", que es un concepto, por lo menos aquí en Francia, de derechas y que nunca un genuino "gauchiste" utilizaría.
ResponderEliminarSon Fillon y Marine Le Pen quienes propugnan aquí su aplicación, en la que por cierto se basó el alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani (fiscal republicano y católico) para "limpiar" su ciudad o, desde hace 20 años, la justicia y policía inglesas para disminuir considerablemente los delitos en Inglaterra.
En efecto, Giulani popularizó la expresión, provocativa ante los leftists, refiriéndola a la seguridad ciudadana. En España, en cambió, su significación originaria se desplazó al estallar los casos de abusos sexuales comentidos por miembros de la Iglesia Católica, Acorralada, como BV aludía en un comentario a una entrada anterior, aceptó públicamente la acusación que ahora la "izquierda" blandía desde el ámbito de la defensa de la libertad sexual. Pronto se ha utilizado para exigir "mano dura" no sólo contra cualquier comporatmiento sino contra cualquier posible interpretación que ponga en duda los dogmas de la "libertad de género". Últimamente se ha extendido incluso e el ámbito de la política y de los casos de corrupción. La degradación de la expresión es doble: 1) seguridad vs. libertad (convertida la apariencia de ésta en potencial opresión de algunas seguridades fundamentales); 2) autojustificación y descarga frente a responsabilidades ciertas. Está muy conectado con otro lugar común que trataré: "Asumo mi responsabilidad". E inmediatamente a continuación no pasa nada...
ResponderEliminarAquí en Francia la expresión no ha salido del ámbito de la seguridad y la justicia y se aplica a la "pequeña" delincuencia, que amarga la vida de los franceses y hace que cada día voten más al Front National.
ResponderEliminarViendo la prensa española, una de las cosas que más me sorprende es el caos semántico en los debates, del que son una buena ilustración los delirios verbales de Podemos y de los independentistas catalanes.
En España no se debate mucho: se prefiere gesticular y gritar con sonrisas condescendientes, de manera inacabable. Es la tàctica del carnero que da pie a otro lugar común formidable y espantoso: en España quien resiste, gana.
EliminarEs verdad que en España se debate poco aunque se discute mucho. "En España, cuestión es pelea", decía Ganivet.
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